
Algunas personas me preguntan Karina, ¿Por qué no tienes novio? Eres muy bonita, muy linda, tienes ambiciones, un gran corazón…
Y yo les respondo, no
lo tengo, porque la vida es perfecta y este no es mi tiempo. Si Dios no me manda
a alguien, él sabe por qué, solo él sabe lo que yo debo aprender, antes de que
llegue la persona indicada.
Tal vez sí, me cierro
un poco, no abro mi corazón fácilmente, puedo tener creencias o estar a la
defensiva. Y sí, estoy trabajando conmigo, no soy perfecta como nadie lo es,
por ello, estoy puliendo mis defectos para ser mejor persona cada día, estoy
puliendo mis ideas para tener un camino que me llene de amor y felicidad, estoy
puliendo mi corazón para compartirlo cada vez más con las personas, estoy
puliendo mi persona para cada vez ser más feliz, abierta, alegre, perder muchos
de mis miedos y jamás dejar de crecer, ni de luchar.
Y sí, a veces me
equivoco y vuelvo a caer sobre la misma piedra, como muchos de nosotros, a
veces me enojo conmigo misma por no haber logrado las cosas tal como quise que pasaran,
como muchos de nosotros. Pero estoy aprendiendo a controlar mis enojos,
frustraciones, en las que yo me digo a mi misma, ama tus errores y
equivocaciones, no para volver a caer, sino porque son parte de mí, de mi vida,
de mi historia, y todo eso es lo que soy. Amar tus errores no significa
volverlos a cometer, significa saberte perdonar, creer en ti y avanzar.
Aprender a ser
responsable de que cada acción que género, tiene consecuencias para mi futuro,
entendiendo que, aunque a veces es difícil comprender que todos somos uno, poco
a poco te das cuenta, que lo que haces al otro, te lo haces a ti y que el karma
simplemente es el enojo consciente o inconsciente sobre nosotros mismos y que solo
se termina con el verdadero perdón.
Por ello, a las
personas que han pasado por mi vida, les deseo de todo corazón que sean muy
felices y les vaya muy bien, ya que sé que este mundo solo se comienza a
transformar a través de brindarle sonrisas al otro. A través de comprenderlo y de
ser feliz cuando ellos lo son. De dejar de envidiar y creer en mi capacidad, de
dejar de señalar y hacerme responsable, dejar de creer que soy especial y
comenzar a ser humilde.
Y esta felicidad se la
deseo, a todos los amigos que están conmigo, y a los que ya no lo están,
aquellos que me irradian positividad y aquellos que me generan malestar,
aquella persona que amé y aquella
persona que sin saber, fue determinante en mi vida, aquella persona que
solo me deseaba el mal, aquel amigo que me dio la espalda, me traicionó o dejó
de creer en mí. Para después comprender, que quien se había traicionado, se
había dado la espalda y había dejado de creer en ella, había sido yo misma.
Pero eso sí, jamás
dejaré de creer en el amor… La única razón por la cual las personas ya no creen
en él, es porque no valoran ni lo que son, ni lo que tienen. ¿A caso, necesito
tener un novio para seguir creyendo en el amor? Al menos yo no.
El amor, es mi luz, es
mi razón de existir, es lo que yo siento y creo firmemente, es mi guía, por
ello le pido a Dios, que cada vez me llene más de él, para que tenga más
aportaciones a las personas que lo necesitan, y decir, si alguna vez yo pasé
por momentos de crisis, si alguna vez yo estuve triste y no me supe levantar en
ese preciso momento, si alguna vez no comprendí la razón de las cosas, fue
precisamente para comprender al otro, para dejar de juzgar, para entender que no
soy la única que atraviesa momentos de miedo. ¿Pero quién no tiene miedo?, Es
entonces cuando te das cuenta que todos, no somos tan diferentes, y que el
amor, es la cura contra cualquier mal en la sociedad.
¿Pero no muchos creen
en el amor, cierto?, No muchos creen en él, porque lo pintan de rojo o rosa. Y,
aunque a veces el amor se manifiesta en esos colores, porque no gozarlo de la
misma forma, cuando se torna de naranja, amarillo, azul, verde, gris, morado,
blanco, negro. Amor naranja, que te
irradia, que te llena de alegría y positividad; amor amarillo que te enseña a reírte de ti mismo, pero que a veces es avaro
y egoísta; amor verde que te da energía, vida, frescura y esperanza; amor azul
que te genera confianza y satisfacción; amor morado que te llena la vida de
fantasías e ilusiones, de sueños y ambiciones; amor blanco el cual es puro,
transparente, tierno; amor gris, que ayuda a expulsar todo lo que tengo dentro
y no me gusta de mí misma, amor negro que te hace fuerte, firme, pero lo más
importante, te impulsa para seguir adelante en cualquier crisis, para dejar ir
a quien no tiene que estar; es apreciar y valorar la oscuridad. ¿Y el rojo?,
¿El rosa? El rojo es la pasión y la entrega, el rosa es la picardía y la
cursilería que le dan un toque mágico al amor.
Y eso, es lo que
quiero vivir con el hombre indicado para mí, con una persona que sea compatible
conmigo, que me ame, me respete y que vayamos hacia el mismo camino. Un amor
que sea de todos colores, porque esa es la vida, mi maestro.
Un hombre que me haga
sentir un amor rosa, aunque después tengamos que pasar por un amor negro, un
hombre que me haga sentir un amor rojo, aunque existan días de amor gris. Un
hombre que me haga sentir un amor naranja y amarillo; azul y verde y juntos
compartir toques morados, para sentir el amor más blanco que pueda existir.
Tal vez solo debo
pedirle a Dios que me deje fluir, que me deje esperar, para después compartir…
Si el presente es perfecto, solo tengo que pedir mi deseo, ya que cuando llegue
también lo será.
Y lo sé, he cambiado y
solo yo sé por lo que he pasado. La vida me ha enseñado tres aspectos
importantes:
1. La belleza exterior es solo un toque extra.
2. A
veces lo que para ti era todo un caos, la mayoría de las veces era algo
insignificante para los demás.
3. Todo lo que sucede en tu vida, comienza por ti
mismo.
Si he cambiado constantemente,
luchado y perseverado, por ello espero que el hombre que sea para mí comparta
conmigo mi filosofía del amor, que no juzgue mi pasado y me quiera por lo que
soy. De esa manera estaremos en la misma sincronía.
Por eso, ya no preguntes…
yo estoy feliz por ti, tú hazlo por mí…
Los amo!!!
Me da mucho gusto leer estas líneas tuyas, Kari, la verdad es que, me parece, no es fácil llegar a las conclusiones que expones en este documento, y menos aún lo es vivir en congruencia con estas ideas. Me da gusto que pienses, seas, sientas y vivas así.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Ángel por la valorización. Tienes mucha razón, para llegar a estas conclusiones tuve que aprender de diversas formas; por ejemplo, tomando cursos en conjunto con mi experiencia. Pero también me gusta compartirlo para que pueda transmitir lo que siento a quien lo lea.
EliminarSon impresionantes las conclusiones que se descubren a la luz del amor puro, de la sencillez, de la entrega pero sobre todo del conocimiento total y absoluto de la propia conciencia, debo decirte que ha sido una de esas lecturas que no permiten hacer una pausa, al contrario exigen regresar unas líneas para enfatizar las ideas.
ResponderEliminarEste pensar que encontré al pasar de un blog a otro buscando respuestas a silencios, sin duda alguna ha cambiado la perspectiva de este lector y a partir de hoy seguidor de tus letras, demuestran que no todo está perdido que existen personas que van por el mundo buscando ideas, encontrando atajos para mejorar el mundo, pero sobre todo entregando su alma y su vida por los demás; indudablemente no reparas en detalles, eres auténtica, llena de vida pero sobre todo la definición más clara y congruente que he leído al día de hoy del verdadero amor.
Solo me resta decir ¡Muchas gracias! por gritar al mundo lo que innumerables voces callan, por acercar entendimientos tan filosóficos provenientes del alma aquellos que a veces nos llegamos a cegar.
Sinceramente,
Roberto PM
Muchas gracias Roberto, por expresar lo que pude transmitir en ti. Debo decirte que no tengo el conocimiento total, sin embargo, he trabajado en mí para ser más consciente de los pequeños regalos que vida nos da y que muchas veces pasan tan insignificantes a nuestro lado.
EliminarRecuerda que el verdadero amor, comienza por nosotros mismos, y si hay amor en nosotros, cómo no creer en él.
Gracias nuevamente por apreciar mis palabras que hoy forman parte de ti y me llena de alegría el saber cómo te han tocado el corazón. Así seguiré, compartiendo lo que pienso y siento, para que a través de esto pueda generar acciones que transformen a los demás.
Por otro lado, fue muy grato encontrarme con una retroalimentación como la tuya justo en mi primera publicación. Así seguiré cada semana.
Karina Ruu