es mejor callar, no tocar el tema y resguardar los
sentimientos…
Que no fluyan las palabras, ni se le hable al corazón.
He preferido omitir el tema, que nadie sepa…
Es un silencio incrustado, que permanece aislado,
aunque a
veces se conecta con el dolor.
Desahogo en la mirada, ¡hazle caso a la razón!
¡A seguir la vida como hasta ahora!
No pasa nada, todo está bien,
sólo es una pequeña tormenta, hoy llueve, mañana amanece.
Y la memoria se vuelve un viento intenso,
que se repudia contra el suelo,
y que se vuelve a sumergir en una penumbra deslizada al
horizonte,
donde ya nadie sabe ni se acuerda de nada.
No quiero hablar de desamor, es aburrido,
me estresa la mente, me quita el tiempo,
me hace lenta y otras veces me hace ser mejor.
Es la lucha de los egos, ¿Quién hizo bien, quien hizo mal?
Una división de pensamientos que se van en sentido opuesto,
para
darse libertad.
Respiras, inhalas, exhalas, te mantienes quieta y te relajas.
Unas veces hace más frío, otras calor y en las noches
destellos de sudor.
Se te quiebra la mirada…
luego sonríes,
abrazas, platicas, te haces tonta y luego extrañas.
No quiero hablar de desamor,
¡Es una pérdida de tiempo!
Te hace sentir ridícula, negativa
y frágil.
¡No me miren, estoy feliz!
Tan consciente, tan segura y luego nos dejamos ir.
¡Denme la razón que yo la tengo!
¡No es cierto! – Te dijeron.
¡Ninguno la tiene y a la vez los dos la tienen!
¡Enfócate a construir tu vida, no mires atrás y persevera!
Camina de frente y derechita, ¡no te hagas la víctima!
Deja a un lado lo que hiciste bien, lo que hiciste mal,
Deja los por qué, tomate completa, avanza, no te apaniques.
Entrégate a tu esencia, no te justifiques,
No dejes tus placeres, ¡Encuéntrate!
Tu humildad te ha hecho valiente,
Tu corazón bueno también,
Tu grandeza se ha reconocido,
El perdón se ha tomado en serio su papel,
El agradecimiento hizo relevancia,
El amor propio alzó la mirada.
Las caricias que has dejado ir por fin lloraron.
Se han ido a un vacío, a un hoyo negro, a una caldera hirviendo.
Se van perfumando con el olvido, con una pradera en sequía,
con una tarde de otoño a punto de convertirse en invierno.
¡Darán las 12 campanadas! ¡Dejaré ir al año contigo!
Dejaré ir tus historias, tus cuentos, tu trivialidad, tu
rareza,
las citas, las risas, las carcajadas, tus abrazos y tus
besos,
la ternura de tu niño dormido, los apapachos y tus
sentimientos.
Dejaré ir tus costumbres, ir de la vida de tu mano, tu
generosidad,
tus demonios, valores y pensamientos.
¡Ya no quiero ser la mejor novia del mundo!
Simplemente quiero ser mi mejor versión.
De verdad lo siento mucho,
Pero nada fue en vano,
Para ser sincera fue de las mejores cosas que me han pasado.
Y aunque a veces mi cuerpo se desvanezca como una aguja cosiéndome
lentamente,
¡No te preocupes ya estoy siendo mejor!
Que aunque enamorarme el día de hoy temo,
yo te aseguro que de nada me arrepiento,
todo fue perfecto.
Fuiste por un tiempo mi motor, el empujón que a veces me
faltaba,
Y aunque mi inseguridad fue mi peor traición,
Hoy acepto que todo terminó...

