Había una vez una niña llamada
Karina, bueno para los que no saben exactamente mi otro nombre es Alma, solo
que no lo utilizo porque así se llaman mi mamá y mi angelita (mi abuela), así
que para darme diferenciación siempre me relacioné con este nombre de tal
manera que hay gente que a la fecha, no sabe de lo anterior hasta… que está
leyendo esto... Pues bien, esta no es mi biografía, pero es mucho más
cercano que la historia de Facebook.
Durante toda mi vida me cambié
unas ocho veces de escuela desde maternal hasta universidad. Así que entre
tantos cambios, cuando ya tenía amistades en cierto lugar me tenía que ir a
otro. No pienso contarles punto por punto, imagínense jamás acabaría y para
como soy yo de andar echando tanto choro, pues mejor escribo un libro, ¿no lo
creen? Pero bueno al menos darle un vistazo.
Desde los 7 años me gustaba mucho
escribir y siempre soñaba en crear historias magnificas y algunas canciones que
hasta la fecha me sigo sabiendo la tonada. Así escribía y me reía en un mundo
rosado, lleno de amor, alegría, sueños y canciones de fantasía. Vivía en un
mundo en una burbuja de cristal y todo lo veía desde mi inocencia, pues no
lograba presenciar quien era bueno o malo y si me hacían algún daño, no
entendía a la persona, y cuando veía que mucha gente no era buena o trataban a
alguien sin valores o educación, prefería no hacer lo mismo a hacer daño.
Como por ahí de la quinta escuela
en la que estuve, fue de los años más
agradables de mi vida y las clases que más les chocaban a todo mundo como
español y filosofía a mí me encantaban. Ahí hice amigas magnificas. El primer
año, fue genial, antes de entrar puedo confesar algo, siempre buscaba mirar la
lista de estudiantes, para ver a cuanta gente nueva iba a conocer y entre más
fueran, más feliz me ponía, pues mi sueño era tener la "bolita" más grande de
todas. Además, como recordaré en mi generación existían dos grupos, los cuales
eran rivales entre sí y hasta en las fonomimicas había guerra, excepto con cuatro
chicas que a todo mi grupo les caían muy bien.
El siguiente año, ya se
imaginarán, fui directo a ver la lista de estudiantes, a mi decepción, había
muy pocos nuevos, pero me dije a mí misma, bueno, no importa ya será el
siguiente año, por lo mientras hagamos más grande la bolita. Ahí conocí a dos amigas
hermosas y a una de ellas la he considerado una gran confidente y de hecho
quise llevarme con ella porque dije, “esta guapa y yo quiero amigas guapas”, no
era superficialidad, era mi manera idealista de ver las cosas. Lo malo fue cuando
noté que estaba en la otra bolita del salón y dije,” ¡Uy!, a ver qué sucede en
el grupo” y para mi mala suerte no se cayeron bien. Aunque bueno, luego me
cambié de círculo social con las otras chicas, por lo que tenía un poder: nadie
estaba enojado conmigo, yo era la de en medio, sentía cariño y que les caía muy
bien a todas en general. Ese año también fueron mis XV y lo que no me gustó, es
que casi nadie hizo fiesta en toda la generación por lo que me tuve que
conformar con tres fiestas contando la mía.
Al año siguiente volví a checar
la lista de inscritos para ver si había alguien nuevo y para mi mala suerte no
había nadie, ¡Qué chafa! dije. Pero antes de terminar esa época quisiera
recordar tres cosas más:
1. Lo que más amaba es que podía
ir con mi bolita, ir a la otra, con mis amigas del año de abajo y seguir siendo
yo, a todas las quería; de hecho puedo recordar como a estas chicas (de la
generación de abajo), las cuales hace tanto tiempo que no veo, las recuerdo
desde la formación, cuando iban en sexto de primaria y yo en primero de
secundaria. Lo que me encantaba es que podía ir de un lado al otro y nadie me
decía nada, todo mundo me respetaba.
2. Como olvidar cuando cumplí 16, en mi
cumpleaños le canté al chavo que me gustaba una canción que yo misma le escribí
y bueno después de eso me hizo la ley del hielo. (Conste que no estoy poniendo
nombres, digo el pecado, más no el pecador).
3. Antes de entrar a esa escuela, quise mirar
mis errores del pasado para no volverlos a cometer y ser cada día mejor.
Mi primer año de prepa, me quería
cambiar de escuela, yo quería “a new fresh start”, pero llegó mi mamá y me dijo
que ya me había inscrito en la misma escuela, así que dije “ash”, no se vale,
todos se habían ido de ahí. Y ahí les puedo decir, la prepa fue la etapa más
difícil que he vivido, fue el preámbulo donde me hizo madurar de una manera muy
ajetreada y muy feroz. Fue algo muy difícil ya que antes de iniciarla ya había
imaginado como sería mi vida, había imaginado ya varias pijamadas con todo y
actividades a realizar y que las amigas de la prepa perduraran para siempre.
Así que bueno, como les cuento,
como cada año volvía ver la lista de alumnos nuevos, y para mi realización solo
hubieron cinco y de esa cantidad de personas solo una se fue a mi salón. Después
de todo ese año no estuvo tan mal. Pero muy pronto estaba por cambiar el rumbo
de mi vida, de cómo me sentía conmigo misma y mis sentimientos. Con mi prima de
mi edad, una muy querida entre todas las que tengo, planeamos irnos de
intercambio, y mientras ella se fue a Alemania yo a Estados Unidos.
Mi intercambio me lo imaginé muy
feliz, aunque entré muy insegura, pues me daba pena hablar inglés y la señora con la que viví, siempre se quejó de
que era muy callada desde que apenas llevaba una semana y entre más pasaba el
tiempo más cosas le molestaban de mí, lo peor es que a su hija le caía muy mal,
cada vez estaban más irritadas conmigo y yo lo único que hice fue hacer un
calendario para ver el día en que iba a regresar y se me hizo eterno. Me
llegaba decir cosas muy hirientes, cosas que jamás me imaginé, además no me
dejaba salir con mis amigas, pues su excusa era que no conocía a sus padres,
solo me dejaba llevarme con los amigos de su hija, pero no le caía bien. Así
estuve varios meses, hasta que por fin me cambié de casa. La pasaba mucho mejor
ya que era una familia increíble, sin embargo, solamente salía dos veces a la semana,
los miércoles y domingos; cuando iba a la iglesia. En esos días la pasaba genial
porque llegué a pasar tiempo con amigos que quise mucho. Pero puedo decir, que
ahí comencé a conocer lo que era deprimirse, lo que significaba extrañar casa y
que pasaran los días tan lentos y lentos. Tenía sentimientos acumulados porque
amaba mi familia estadounidense y amigos, pero tenía una gran depresión por
casi no salir. Así de esa manera aprendí a estar feliz y triste todo el tiempo.
Quería quedarme más rato, pues justo cuando regresé a casa es cuando ya
comenzaba a salir y salir, pero ya no aguantaba un día más sin mi familia.
Al año siguiente, LA GRAN CAÍDA, me
fui a la misma escuela que mi prima, y las primeras semanas parecían muy bien,
aunque con lo anterior que les conté entré muy insegura de mi misma, me daba
tanta vergüenza lo que me había pasado; de que no me había ido tan bien como a
la mayoría, que tenía un temor extremo y eso lo reflejé. Pero en el momento no
me di cuenta, ya que para mí lógica era que para ser bonita y de buen corazón
era suficiente para que te quisieran y dar todo tu amor. Pero la cosa no fue así, fui
víctima de Bullying. Ese año sentía que no tenía a nadie a mi lado, perdí toda
la confianza que tenía en mi misma, veía todos mis días grises y no podía
acudir con mi prima, ni con nadie de mi familia porque sentía una gran
vergüenza de quien era. Ese año comencé a tener pensamientos muy
desequilibrados, mi autoestima estaba muy débil y lo único que decía era “Dios,
no le hagas vivir a nadie esto que yo siento, porque esto no se lo deseo ni a
mi peor enemigo”. Al término del año, yo le pedía a mi mamá, por favor mamá,
¡Quiero repetir el año! Quiero tener mi prepa como siempre la soñé. Por eso le
digo la gran caída, es como si hubiera estado en una hermosa nube rosa en el
cielo y fue una caída muy fuerte y sin paracaídas, así de roto quedó mi
corazón.
Sin embargo, siempre agradezco
haber tenido a mi amiga en el salón, mis amigas de intercambio y mi mejor amiga
de Bélgica, que la adoro como no tienen idea, pues fue mi fortaleza en mis días
más difíciles.
No repetí el año, tuve que
madurarlo, entre a la escuela de Cosmetología, porque toda esa onda del
maquillaje y belleza me comenzó a llamar mucho la atención, sin embargo,
tampoco investigué tanto, ni fui a muchas universidades, de hecho solo fui ahí.
La otra carrera que pensaba estudiar era comunicación, sin embargo, decidí no
estudiarla ya que “Cómo la iba a estudiar si era tan callada”. Sin embargo,
deje cosmetología ya que también me hicieron bullying. “Y me dije a mí misma, ¡ahh,
una vez, no manches, se pasan!, ¡otra ni loca!, que se queden con sus tonteras,
yo aquí me voy”. Entonces, como nunca lo he hecho, les di a mis padres el mejor
argumento que no se lo pueden imaginar para darles las razones por las cuales
quería estudiar comunicación.
Al entrar a la universidad, fue
como otra oportunidad, así que cuando me di cuenta que conocía a gente, me daba
alegría, pues decía “ahora si es mi oportunidad de venir con todo y hacer
amistades alegres”, aunque tenía un pequeño problema, del año anterior había
quedado con un trauma, que realmente me afectaba, y por la cual la gente que
estaba cerca de mí realmente se cansaba de escuchar mi historia una y otra vez.
Así que les agradezco de todo corazón haber estado conmigo.
Pero bueno, mi vida comenzaba a
dar un buen giro positivo de nuevo, así que sentí una lindísima esperanza. Ahí
conocí a una bellísima amiga en mi carrera, que durante los primeros años para
mí fue mi mejor amiga de Comunicación, y que claro es algo que no se lo he
dicho nunca, pero bueno ella ahora mismo lo está leyendo. Por otro lado,
también conocí a cuatro bellísimas amigas con las que salí todo el principio de
la universidad y que sin embargo, poco a poco las mismas actividades nos fueron
separando, a todas las tengo guardadas en mis preciosos recuerdos, en especial
a una que siempre me tomó en cuenta y que es una persona que realmente admiro.
De igual forma, si retrocedemos
un poco el tiempo, por ahí del 2007, antes de entrar a la universidad, una
amiga muy querida de la secundaria me invitó a su despedida, ahí conocí a unos
queridísimos amigos a los que llegué a querer como no tienen idea. Así que en
su casa, me dijeron “mira Kari, mientras “la chica guapa se vaya”, tú vas a
quedar en su lugar y ya cuando regrese, pues vamos a estar todos juntos, nos
caíste súper bien y queremos que formes parte de nosotros. Así que siempre
seremos los cinco”. Eran tres hombres, ella y yo. Después de todo lo que había
vivido, recordando que en ese momento había atravesado por el bullying de la
preparatoria, era como un regalo caído
del cielo. Mil sonrisas en mi rostro se reflejaron. Aquí pasé los tres mejores
años de mi vida, en verdad a mis amigos, se los agradezco, pues siempre fueron
muy especiales para mí. Aquí también conocí a mi primer amor, y bueno, esa es
otra historia, y para los que me conocen, realmente saben cómo me enamoré. Sin
embargo, dos años más tarde tuve que decir adiós con todo y amigos, por
cuestiones de la vida y del amor. Al fin y al cabo, lo único que les deseas es
que sean muy felices y así estuve mucho tiempo, deseándoles cosas maravillosas
para su vida. Eso fue extremadamente difícil para mí ya que sentía que me había perdido a mí misma.
Pero no todo es negativo, en los
primeros semestres de la universidad, estuve en HAIRSPRAY, una obra de las
tantas que se presentaron, ahí conocí gente fantástica con la que salí durante toda esa etapa. Y no
saben la belleza que es vivir esto, desafortunadamente solamente me di la
oportunidad de haber estado en una obra y hubo otra que no pasé el casting
porque estaba enferma y no podía cantar. De ahí surgió una amistad en especial
espléndida y muy querida para mí entre todas las que hice, de la cual, al final
todo mundo se preguntó las razones por las cuales me dejé de llevar con él.
Era una gran amistad, íbamos de
un lado al otro, para todo estábamos juntos, siempre me aconsejaba y nos
andábamos riendo como locos, ¿Qué pasará el día en que yo tenga novio? Le
preguntaba, “vamos a salir los tres”, me respondía. Y claro, en mi mente yo
sabía que eso no iba a ser posible. Solamente quiero decir que a pesar de lo
que pasó, yo me quedo con los recuerdos bonitos y con ese gran amigo que para
mí fue. Y, sinceramente puedo decir que si no decimos ni él ni yo las razones
por las cuales no nos hablamos, es por el respeto que se quedó. Al final del
día, solo sentía que solo conocía a gente durante poco tiempo y se me iban
todos. Pero la universidad continuó, y seguí conociendo gente muy linda y que existen
muchas razones por las cuales las quiero.
Actualmente, me han sucedido
cosas increíbles que poco a poco comienzan a acomodar mi vida. Tengo una amiga
bellísima con la cual me identifico mucho en muchos temas, la historia de cómo
nos conocimos fue en unos cursos de belleza junto con otras amigas que también
quiero mucho. Y no saben cómo le agradezco a esta amiga todo el tiempo que
pasamos juntas, los mil chistes y unas frases locales que ya se imaginarán lo divertidas.
Además, tengo un amigo, que adoro como no tienen idea, hermosísimo (si quieres
saber quién eres hace pocos días, fui al cine contigo, sí la semana pasada, ¡le
atinaste!).
Y, aunque realmente mi vida la
plasme en el lado escolar, mi familia sabe cómo la amo. Mi familia de casa, mi
papá, mamá, hermanos y mi hermana que nos dio su hermosa familia, y la
experiencia más bella con la mejor sobrina que puede existir.
Gracias a mis primos y primas por
darme más sobrinos, en especial el que llega este año.
Gracias a todos los que hacen
posible la estabilidad en mi casa.
Gracias a ti que pasaste por mi
vida, tan solo por eso quiero verte feliz.
Durante muchos años de mi vida,
tengo que ser sincera, viví de caídas de golpes como lo que expliqué de la nube
rosa, pues sentía que eran sin paracaídas. Y en mi familia sin comprenderme,
porque me veían de repente súper bien, hablando con tanta madurez durante un
tiempo prolongado y de repente convertirme en todo lo opuesto por las tristezas
acumuladas y sin perdonar. Tal vez algunos de ustedes que me quieren mucho,
digan ¡Cómo es posible que andes contando tu vida! No es el hecho de contarla
por contar, es el hecho de abrir el corazón. La vida por mis experiencias, me
pudieron haber enseñado a cerrarlo, por creer que las personas se irían y me
quedaría sola. La vida me pudo haber enseñado a darme por vencida por las veces
que me ponía como loca pensando en tonterías, pude haber aprendido que el amor
solo llega una vez, pude haber aprendido a seguir haciéndome la víctima como
muchos años lo hice.
Sin embargo, a pesar de eso,
elegí aprender que no he perdido amigos, siempre los puedo recuperar, porque
siempre puedo abrirle mi corazón a alguien que lo necesita, he decidido
aprender que aunque a la fecha sigo teniendo caídas complicadas, algún día y
estoy segura de eso, van a desaparecer por completo y voy a ser totalmente
estable y feliz, que en vez de tener una vida rosa por fuera y negra por dentro,
he decidido limpiarla con mi propia filosofía del amor, mi escritura , todas
mis cosas buenas y estar preparada siempre para lo que la vida me dé.
Hacer de mi vida un amor rojo
(porque es el que tiene ganas de dar mi corazón), ponerle a mi mente un amor
blanco, para que crea pensamientos de pureza y positividad, poner en todo mi
cuerpo, todos los colores para que me den la sabiduría de comprender a la gente
y así transformar mi mundo exterior, y en vez de que sea un mundo de miedos,
convertirlos en valía.
En vez de aprender que no valgo,
aprender todo lo contrario, ver mi perseverancia, paciencia, espíritu interior,
ganas, la forma en la que veo el amor,
potencial y transparencia. En vez de aprender que en mi vida cada vez se van
más personas, adaptarme a la vida, pero dirigir mis circunstancias; en vez de
victimizarme es tomar mis pantaloncitos, y hacerme responsable de mi misma y
que todo lo que acepté en mi vida fue porque no puse altos o no dije lo que
pensaba, sentía o de algo pequeño sin darme cuenta hice un caos; en vez de
estar enojada conmigo misma por todo lo que permití, ¡ES PERDONARME!,
perdonarlo todo, todo lo que me hicieron o sentí que me lastimara, perdonarme
en toda circunstancia bajo cualquier acontecimiento en contra de mí, hasta que
ya no quede nada más que pura estabilidad y amor; en vez de aprender que solo
pude haber amado una sola vez, es prepararme y tomar conciencia para la mujer
que quiero dar de mí.
Por ello, con todo mi amor, te
invito a que no dejes que nadie te hiera y me dirás yo no permito nada, pero me
refiero a más allá de lo que tus ojos pueden ver, ¿Cómo eres contigo mismo?,
¿Qué tanto te dices cuando no te salen las cosas como esperabas? Espero y te
deseo de todo corazón que tú no seas tan dura o duro contigo mismo y que te des
todos los permisos del mundo que puedas darte, siempre teniendo en presente el
respeto de tus valores y la persona que eres, de esa manera ganaras tu paz. (Si todavía no tienes esa paz interna que
tanto buscas, pues trabaja más en ti)
Yo te digo, está volviendo mi
poder, mi poder sanador que me cura para que pueda confiar tan libremente como
algún día lo hice.
Y de verdad, si tú eres tan
estable en tu interior y se te hace tan toto por lo que pasé, ¡Le doy gracias a
Dios que no conozcas de qué hablo! Quizá viviste cosas aún más difíciles, por
eso yo te digo:
Confía en ti
Confía en ti
Confía en ti
Y si en algún párrafo te sentiste
identificado o identificada conmigo, si algún día te sentiste muy mal y nadie
te entendía, creme que lo puedes lograr, solo necesitas regresar a ti. No te
preocupes, estoy escribiendo una reflexión del amor que se te ayudará muchísimo
a sanar. (PROXIMAMENTE)
Mientras tanto yo seguiré mi proceso.
El único cambio que haré es el
necesario para estar más cerca de mi misma y de Dios.
He trabajado mucho en mi misma
para cerrar estos capítulos con mucha paciencia, quizá porque ciertas cosas no
se me facilitan. Pero lo que si espero es que te haya gustado y ayudado. Que si
alguna vez deseas un consejo sincero, puedes tomarlo de mí y puedo garantizarte
que todo lo que surge de mí es de corazón. Y cuando decido querer, no son
tonterías.
Con todo mi corazón, mi alma y mi
transparencia.
Karina Ruiz Catalán.
La soñadora que confía en que
algún día será una gran cautivadora y motivadora de gente que está acostumbrada
a tener pensamientos perdedores y generarle pensamientos ganadores.
La persona que ve al amor de una
forma en la que pocos lo ven (check out mi reflexión del amor).
La persona que vence sus temores
y va por más.
La persona que con mucho cariño y
gusto, le gustaría volver a verte y saber que es de ti.
Lic. en comunicación y escritora
por pasión.